Toros en Arévalo


TOROS EN ARÉVALO

 

Artículos de Ricardo Guerra, Cronista Oficial de Arévalo 
 

LAS PLAZAS DE ARÉVALO, COSOS TAURINOS

Debe de ser de 1993

     Ricardo Guerra Sancho, Cronista Oficial de la Ciudad de Arévalo

      Si desde tiempo inmemorial los toros y novillos están estrechamente ligados a las fiestas de nuestra Ciudad, del correr los toros y la necesidad del traslado de las reses desde el campo de su ganadería, hasta el lugar indicado para su lidia, es como nacen los encierros.

      Los itinerarios del encierro eran variables, en función del emplazamiento del coso en que serían lidiados.

      Y el horario era muy especial, por la noche, para ocasionar las menores molestias con las precauciones con que se efectuaba el traslado desde el “Prado de los toros” en la dehesa, a los toriles de la plaza habilitada. Es muy conocido el episodio acaecido en Medina del Campo, cuando la Santa de Ávila, Santa Teresa, llega a aquella ciudad a fundar, y se encuentra un encierro por la noche. En Arévalo era igual y tenemos un dato bien antiguo de ello, de fechas aproximadas, el acuerdo del Concejo del día 24 de julio de 1551, en que se acuerda que se corran toros el día de Santiago, que era una de las fechas en que tradicionalmente se hacían, y el encierro correspondiente de las reses que serían lidiadas, y dice:

     Toros y colaçion / Platicose sobre los toros e se acordo ql dia de Santiago se corran dos toros qson el dho de Luis de Vitoria e eldel de candelero eqese ençierren esta noche de noche qse comete al Señor Vernal dea Vila pa los ençerrar e qse de la colaçion como se suele dar pa los Regºs e alos de a caballo q se manda traer...

     Pero hoy nos detendremos especialmente en los lugares que fueron ocasionalmente los cosos taurinos. En algunas villas y ciudades castellanas se conoce una plaza donde se corren siempre los toros, la plaza del coso, de las que hoy se conservan destaca especialmente la preciosa plaza de Peñafiel.

     Pero dos circunstancias especiales hacen distinta nuestra Ciudad en este aspecto. Tenemos documentadas las distintas fechas en que se celebraron festejos taurinos, varias a lo largo del año, y los distintos lugares habilitados como coso taurino, según la fiesta que se celebrara.

     Por otra parte, la configuración urbana especial de nuestra antigua Villa, con sus plazas y plazuelas encadenadas en un casco urbano largo y estrecho, que propicia diversos

      Conocemos la celebración de toros en la Plaza de San Pedro, en la de la Villa, en la del Real, en la del Arrabal y en la de El Salvador.

      En la Plaza de la Villa, se corrían toros el día de Santiago especialmente y también el día de San Juan de junio y la Virgen de Agosto, que entonces era la fiesta principal.

      En la Plaza del Real, se efectuaban los festejos taurinos que se celebraban con motivo de algún acontecimiento real, como la venida de reyes, las celebraciones de actos especiales de la corona, como la proclamación del rey, el nacimiento de príncipes, bodas y otras celebraciones.

      En la Plaza del Arrabal, cuando paulatinamente se convierte en el centro de la población toma el relevo de la de la Villa y algo después, desde finales del s. XVI, acoge también los festejos celebrados por el nuevo Patrón de la Ciudad, San Victorino, que viene a añadirse a todos los anteriores festejos.

      La nueva pavimentación de la Plaza del Real a finales del s. XIX ocasiona que pasen también a la del Arrabal.

      En 1891, cuando la iniciativa privada construye una plaza de toros fija, se comienzan a realizar festejos taurinos durante las Ferias y Fiestas de junio y aún se celebran festejos en las plazas de la Villa y del Arrabal, durante las fechas clásicas de las otras fiestas, hasta principios del s. XX en que resultan excesivos festejos para las arcas municipales y poco a poco desaparecen los festejos antiguos para quedar reducidos a los de las Ferias.

      De los festejos taurinos en las diversas plazas, tenemos unas fotografías históricas, de finales del s. XIX con toros en la Plaza de la Villa, del archivo Sanz, y otras más modernas, ya del s. XX en la Plaza del Arrabal.

      El la plazuela de El Salvador, se corrieron toros y novillos que organizaban las cofradías de Santa Ana y la del Santísimo Sacramento. Esta última, desde el año 1600 los realizó en la Plaza del Arrabal, para después regresar a la del Salvador. De lo dicho es muy elocuente el acta de la Cofradía de 1766 que dice así:

     Juntos los S.res Antonio Lozano, Veedor, Fran.cº Escobar, Claudio Macias, Joseph Gonzalez, y Bentura Henrriquez, Mayordomos actuales dela Cofradia del SS.mº Sacramento deesta Vª de Arevalo, por antte mi el Fiel, Dijeron q.e por la Misericordia de Dios, yen obsequio al SS.mº Sacramento por el vibo celo con q.e procuran servir ä Su Mag.d tienen tratado los cittados quattro Maiordomos para maior Celebridad q.e el dia despues dela funzºn Principal q.e se ha de hacer al SS.mº en el año q.e viene de mill Settez.ºs Sesenta y siete se han de Correr unos Nobillos, y mattar un Toro, en la Plazuela dela Parrochia donde fue costumbre antiguam.e ó en donde mas comveniente sea en Obsequio ä la tal funzºn el dho dia, ysi no pudiera ser por algun accidentte se han de Correr el dia sig.te ael en q.ese haga el vien de Animas. Cuia vida de toro y nobillos queda acargo de nos los dhos Maiordomos; Yal del Sºr Veedor el Cerrar la Plazuela dettodo lo nesº dando las Maderas correspondientes, ydel pedir ante Notº el sacar la lizencia p.ª Correrlos y Capearlos, dela Xª Real deesta Villa, attodo lo qual se obligaron unos y ottros en forma de y deno hir contra lo trattado pena q.e alq.e lo contrario hiciere se le sacaran veintte ducados de multa al q.e no cumpliese viniendo, yse adbierte q.e precisam.e han de Correrse y mattar el toro en dha Plazuela, yno en otra partte sin embargo delo q.e ba espresado, ylo firmaron en Arev.lº y Agosto 4 de 1766 ypor Ventura Hernrriq.z que no sabe lo firmo un ..... de q.e certifico y firmo== Antemi Matthias Sanz del Olmo.

      Como consecuencia de ello, según en que coso se corrían los toros, así era el trayecto del encierro.

      Por otra parte, si en un tiempo antiguo pudieran haberse cerrado las plazas con carros y carretas, desde muy antiguo, el Concejo de Arévalo disponía de las maderas necesarias para un montaje seguro y capaz del cerramiento y tablados, unos para las autoridades y otros para el público en general, que pagaba una cantidad destinada al mantenimiento de esas maderas, que eran guardadas en una casa molinera según un acuerdo que realiza el Concejo con un particular, que a cambio de guardar las maderas y montar la plaza, recibe unas prerrogativas económicas para construir la casa, ya en el s. XVI.

      Otro dato curioso en relación a las plazas-coso, es que en la del Real, el Concejo construyó un balcón largo y capaz para que los festejos pudieran ser presenciados por las Justicias y Regidores, porque los Procuradores de la Tierra, tenían su propio balcón en la contigua casa de los Sexmos.

      Cuando los festejos se celebraban en la Plaza del Arrabal, eran alquilados balcones para que las autoridades pudieran presenciar los festejos.

        Pinceladas históricas de cuanto rodeaba las celebraciones con festejos taurinos en nuestra Ciudad. Los no tan jóvenes, recordamos muy bien que en la primavera, cuando se acercaban las Ferias y Fiestas de junio, el momento en que se comenzaba a construir aquella plaza de palos en la del Arrabal, era como el inicio de todos los comentarios relacionados con las fiestas, era el inicio del hormiguillo taurino, de las historias y vivencias de años anteriores, a veces de la batallita y exageración, en fin, de todo lo que rodeaba aquellas fiestas tan entrañables como distintas a las de hoy.

     Pero eso es historia que debemos seguir escribiendo, manteniendo las viejas tradiciones que son seña de identidad de lo nuestro. Viejas tradiciones en evolución, permanentemente rememoradas y renovadas, para el regocijo de todos. 

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