Noche de Encierro |
NOCHE DE ENCIERRO Me llamo Sara, soy una niña de ocho años. Me gustan mucho los toros, pero me dan mucho miedo, los encierros desde la calle no puedo verlos y desde la plaza los veo en las filas más altas, por eso suelo llegar con mucho tiempo antes, a coger lo más alto de la plaza, ahí no sube el toro. Cuando siento la charanga “El Meneíto” me pongo muy contenta, pues ya falta poco, luego tres cohetes y al poco tiempo la gente empieza a dar golpes en la plaza, están los toros muy cerca. ¡Es emocionante!
El toro en la plaza va a pillar al cortador, no sé que hacer primero, chillar o cerrar los ojos para no verlo, pero al final creo que cierro un ojo y abro el otro para no perdérmelo, ¡qué nervios! El corazón va muy deprisa. La gente de la plaza es muy amable y alegre, amable si tengo frío me dejan un trozo de su manta para abrigarme y alegre porque todos juntos cantamos y hacemos “la ola”. Y por fin, he entendido que cuando sale el toro “barrre la plaza”, claro no deja a nadie en ella. Y yo pensaba que tenía una escoba y barría. “¡Qué tonta!” Este año con la plaza nueva de piedra y no de chapa a ver como la gente avisa de que vienen los toros. Espero disfrutar mucho con los encierros y el gran prix. ¡Uy, qué poquito queda! “Olé, Olé, Olé”. Sara Enríquez. Los Arévacos. 2º A |